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domingo, 5 de diciembre de 2010

Bitácora de las yslas (*)


Por Jorge Monteza

Compuesto por el licenciado César Belan, natural de los infantes de Engól en Pirú… etc. dice en español y caligrafía del siglo XVI la portada de este arremetedor y, visto bien, prometedor poemario.

Un libro concebido por obra y gracia de César a la manera artesanal en su edición y también en su composición. Esta bitácora guarda tres islotes –Telemaquia, Muerto por agua y De la ceguera- y una despedida. Este conjunto de versos se cifran en alegorías que exigen lecturas escudriñantes. Goza de notable y amplia simbología inspirada en las culturas clásicas occidentales combinándose con elementos de la modernidad y parafraseándolos con los fantasmas del poeta. Elementos como asfalto, luces de neón, semáforo, butacas, soundtrack, etc.; se intercalan con citas en latín, inglés, portugués, español arcaico, y con personajes clásicos como Hamlet, Ulises, Eumeo, Tiresia, etc. Imágenes, como un velero antiguo -de los que describiría Stevenson- y una combi -de las que hacen servicio urbano-; engarzan tradición y modernidad elaborando imágenes y conceptos potentes.

No obstante, es en lo clásico y lo tradicional donde se halla el sino de la estética de este libro, y precisamente desde ese asidero brillan sus mejores versos. Siendo César un hombre de fe es fácil entender que él asume la actividad de poetizar como un apostolado, de ahí, creo, la autenticidad de su poesía. He aquí una pequeña muestra.

“PROFESAMOS CIEGA FE POR EL LENGUAJE,

Y A TAL PUNTO CREEMOS QUE –AL FINAL DE LA

ESTACIÓN- ANTES QUE CAIGAN DE LAS ROSAS LOS

PRIMERO PÉTALOS,

EN EL FOLLAJE YA REPOSAN SUS PEQUEÑOS Y

MARCHITOS NOMBRES”. (pág. 30)

Este es un feliz ejemplo de lo bellamente conceptual que pueden llegar a ser los versos de Bitácora de las islas, aunque ciertamente, a veces, a expensas de sacrificar la belleza del ritmo y el poder de la sugerencia, propios de aquellos poemas maduros y confirmados en ese lenguaje excelso que es el poético. Y este libro es para César la primera comunión con ese lenguaje. Así nos lo hace saber una primorosa tarjeta que aparece al abrirse Bitácora de las islas.

(*) Libro presentado en el 4to. Festival del Libro, organizado por La librería de la UNSA.

2 comentarios:

  1. Tendré que leerlo, haber como es la obra de un cristiano renacido como mencionan en el artículo.


    Saludos César


    Málaga

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